"I love the smell of napalm in the morning."

El último aliento en el valle de Arán


Nos encontramos en el otoño de 1944. La suerte ha abandonado a las potencias del eje, que ahora observan impotentes cómo los aliados les arrebatan en cuestión de meses los territorios conquistados en los años previos.
El ansiado tercer frente se ha abierto en Normandía, y gran parte de la Francia ocupada ha sido recuperada. Los españoles republicanos de la división Leclerc han sido los primeros en entrar en París.

Mientras tanto, una paupérrima España nacional está movilizando a la frontera franco-española más de 50.000 miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad (entre militares, guardias civiles y policías), con los generales Moscardó y Yagüe al frente.

Franco teme una invasión aliada que restaure la República. Con suma habilidad, ya se ha desvinculado oficialmente de las potencias fascistas y está tratando de dar una apariencia de pseudo-democracia de cara a Occidente, por medio de un conjunto inconexo de decretos que dicen asegurar las libertades individuales de los ciudadanos españoles.

No obstante, los EEUU no tienen interés en malgastar sus fuerzas en derrocar un inofensivo régimen autoritario situado en la periferia geográfica y económica de Europa. Se contentarán con bloquearlo temporalmente al término del conflicto mundial. Al fin y al cabo, una España nacional-católica es la mejor garantía de que el comunismo no rebrote en la península durante la Guerra Fría.

En este contexto, los españoles republicanos que se encuentran en el sur de Francia (varias decenas de miles) han sido abandonados. Nadie les va a ayudar en su ansiada reconquista de España. Los franceses y americanos les han regalado las armas más anticuadas que han podido incautar a los alemanes, pero no pueden esperar ningún tipo de apoyo adicional.

En octubre de 1944, comienza la operación "Reconquista de España", organizada por el maquis comunista. Se trata de una serie de ataques dispersos a lo largo de toda la frontera pirenaica. El ataque principal, a cargo de 4.000 guerrilleros, discurrirá por el valle de Arán con el objetivo de tomar el municipio de Viella, capital de la comarca. Una vez liberada, se plantará en su ayuntamiento la bandera republicana, y Juan Negrín se desplazará hasta el municipio para presidir el gobierno provisional del territorio liberado por la República Española. Será entonces cuando los Aliados tendrán la opción de salvar la democracia en España, declarando la guerra a Franco.

Pero todo esto no sucederá. La toma de Viella fracasará por la falta de apoyo prometido por los franceses. No se confía en la fuerza del maquis, y consideran que es demasiado peligroso provocar a Franco con media Francia aún en manos de los nazis.

Después de sostener más de 500 bajas, los guerrilleros republicanos se retiraron de nuevo a Francia. Fueron amenzados con ser extraditados a España (lo que les hubiera conllevado un juicio sumario y la ejecución inmediata), y la mayoría de ellos acabaron en las guerras de Indochina y Argelia, luchando por una causa que no era la suya.

4 comentarios:

  1. qué difícil es encontrar ua causa por la que luchar que sea realmente tuya...

    1 besito, hombre que parece que estuvo allí..
    jajaj

    ResponderEliminar
  2. que historia mas triste juan!!! muy bonita pero triste! mañana una con final feliz!!!

    ResponderEliminar
  3. que triste. joder.
    cada vez me sorprende más lo culto que eres y como eso no quita para que tengas mil facetas más que pocas personas pueden conjugar.
    gracias por todo juan.

    ResponderEliminar
  4. La invasion del valle del Aran, fue el intento mas serio de derribo del franquismo. Fracaso por exceso de confianza como reconoce Lopez Tovar. Quizas lo mas estrategico hubiese sido tomar el enclave de Lliria.
    Un Saludo.

    ResponderEliminar